MCMVA2024

DOS ROSAS Y JOVEN AZUL • Óleo sobre lienzo • 90 x 90 cm • 2024

El azul de tu cabello envuelve esa dualidad,
donde la suavidad de las rosas contrasta con lo que te rodea,
y en tus labios, apenas cerrados, se adivina una tensión,
un susurro silenciado, un deseo que permanece oculto.

Cada matiz en tu expresión habla de una historia de opuestos,
de lo delicado y lo resistente, de la inocencia y la firmeza,
mientras las rosas, símbolo de fragilidad,
destacan la complejidad de tu espíritu.

El retrato que tienes ante ti es una danza visual entre la fragilidad y la intensidad. En él, los ojos de la figura femenina capturan de inmediato la atención, con su profundidad azul, una ventana hacia emociones que fluctúan entre la melancolía y la introspección. Esos ojos, casi hipnóticos, parecen contener un mundo propio, un mar de pensamientos y sentimientos que el espectador solo puede intuir.

La tensión en los labios, apenas perceptible, sugiere un susurro contenido, una palabra no dicha, un secreto que permanece dentro.

El cabello, que cae en suaves mechones azules, no es solo una parte de su fisionomía, sino una extensión de su estado de ánimo. Es un azul que evoca calma y misterio, un azul que abraza la figura, envolviéndola en una atmósfera de soledad y contemplación. Este color contrasta maravillosamente con las rosas que emergen en primer plano, vibrantes y llenas de vida, casi como si desafiaran la serenidad melancólica que emana del rostro.

Guarda el enlace permanente.