IA: Pigmentos en Tránsito

¿Pueden las IA acabar con el mundo del arte, y con los artistas? ¿Puede acabar una IA con los grandes autores literarios, con aquellos que te llegan al alma? ¿Puede sustituir un algoritmo alojado en una máquina a un ser humano, sus sentimientos, su energía, su “chispa”, su inspiración, su técnica, su yo mas profundo …? ¿Podría la IA acabar con la magia, con el mundo real? Sí, pero no. 

Una Inteligencia Artificial se entrena acopiando, con voracidad extrema, los frutos de la inteligencia humana, los sentimientos y conocimientos de todos aquellos que la van alimentando, bien de modo consciente o a veces de forma inadvertida, o con los inmensos recursos del Big Data que las nutre, pero… ¿Tienen las IA posibilidad de confirmar su propio yo existencial, su propia mismidad? Nadie lo sabe aún, todo son conjeturas, pero aquí y ahora, parece que no es así. 

En esta exposición, Fernando Núñez, enlaza su pasado pictórico con otras fuentes de inspiración y con nuevas herramientas para explorar renovadas vertientes de su creatividad, como es el caso de las IA generativas que oferta el última tecnología para, interactuando con éstas de tú a tú,  obtener fruto de ellas, convirtiéndose aquí el artista en el  “alma mater” de la IA instrumentada,  de “esa IA”, la que vive en el ciberespacio, en las formas, colores, tonalidades, técnicas, luces, sombras, fondos, pinceladas sin fin;  que necesita del hombre, de su interactuación, para entre ambos lograr fundir y plasmar  lo mejor de cada mundo. La IA no basta, y para el artista nunca nada es suficiente, la insatisfacción es “la genuina marca” de un artista. La IA ofrece “tanto” a quien sabe entenderla, que el arte podría no tener fin. Pero igual que de un duro mármol puede nacer la mejor de las estatuas, en manos de quien sabe verla, la IA puede ofrecer inspiración en quien sabe lo que busca. Fernando Núñez, antiguo amigo de las IA desde que en el año 1990 publicara su tesis doctoral en la UNED: “Sistemas expertos aplicados al derecho Procesal o, dicho de otro modo, un avance de las futuras IA, aplicada a la toma de decisiones judiciales”, hoy, cambia de nuevo la toga por el pincel bañándose en el mar de posibilidades que la IA le ofrece, creando imágenes reales que desde lo físico le han hecho transitar a bits inmateriales trocándolas en irreales para finalmente concluirlas como físicas y tangibles, llenas de luz, color, alma, con ojos inquietantes de miradas que ven dentro del alma de quien los observa. Los sorollescos naranjas del sol poniente y los azules de un mar en verano tienen cabida en una nueva interpretación por este artista malagueño, con imágenes que nos traen a la memoria al maestro Joaquín Sorolla en el centenario de su fallecimiento. Sus rostros femeninos a veces arropados de bruñida armadura, con roblones y tachuelas broncíneas, y fondos espatulados -signo de identidad del artista-, miran al futuro sin miedo, con expectación. El alquimista andrógino, que no presta atención a sus poderes donde las esferas flotan en el aire, nos trae la magia, los colores del renacimiento. Un guiño a Velázquez con meninas calidoscópicas, actuales, diferentes, traen al presente a los clásicos, fundiéndose en variaciones que solo la IA y el artista, en íntima comunión, han creado para el deleite de quien las observa.  Los faraones, imperturbables y majestuosos miran el embrujo de sus cuadros compañeros, tal como lo hicieran cuando crearon aquellas “mágicas” pirámides, a las que la ciencia al día de hoy aún no sabe darle una explicación satisfactoria. 

Si hay algún elemento que pudiera citarse como una constante en la obra de Fernando Núñez, con su técnica realista y detallada, su uso del color y la iluminación, y su sensibilidad hacia los aspectos emocionales de sus personajes, es la representación de miradas intensas y expresivas para transmitir una amplia variedad de emociones, desde la tristeza y la soledad hasta la pasión y el deseo. A través de la mirada, el artista logra crear una conexión íntima entre el personaje y el espectador, permitiendo que el observador se adentre en el mundo emocional del personaje, creando, de ese modo una obra única y conmovedora, que remueve y agita el alma de quien la contempla, de una manera catártica, casi inexplicable, y , como no, diferente y única para cada uno de ellos. 

Los ojos de los personajes en la mayoría de las obras del artista son el punto focal de la composición, y sus expresiones generan una tensión dramática y un sentido de anticipación, creando en ocasiones una sensación de intimidad y complicidad, mientras que, en otras, la mirada puede ser evasiva, sugiriendo un secreto o una carga emocional oculta. A veces capturan un estado de ensueño, con la mirada perdida en el horizonte, o, parecen estar observando algo con curiosidad, o tal vez con asombro, como si acabaran de presenciar lo inesperado.  En ocasiones miran directamente al espectador, con mirada penetrante como si quisieran comunicarle algo importante, como si buscaran entablar un diálogo silencioso con él, mezcla de emociones: curiosidad, confianza, misterio, o incluso un poco de desafío.

No faltan, en esta exploración de la condición humana, los personajes que miran hacia abajo, como perdidos en sus pensamientos, como si estuvieran recordando momentos difíciles de sus vidas.

Un recorrido por las obras nos permitirá apreciar esa circunstancia y que cada cuadro en la exposición tiene su propia historia y personalidad.

Por último, cabe reseñar que la paleta de Fernando Núñez se diversifica en cuanto a gama, que alterna la aplicación del color conforme a la técnica pictórica en función a cada una de las obras expuestas todas figurativas, a veces muy elaboradas y detallistas y otras con una ejecución mucho mas suelta y simplificada; incluyendo ambas características en la ejecución de parte de las mismas. El recuerdo a Sorolla, en su aniversario, ha propiciado la creación de obras en las que, además de las formas y estilo a que nos tiene acostumbrados el artista, tiene presencia el impresionismo español, y un luminismo acotado, con la figura femenina que protagoniza, en medios y primeros planos, gran parte de la obra. 

Los mundos oníricos, los reales, la dulzura de la infancia, esa mirada inocente, la valentía ante las divergencias de dos universos: el real y el cibermundo, se funden dando lugar a una creación con la fuerza que caracteriza a este artista, cuyas obras nunca dejan indiferente al que las contempla. Pero…, esta vez ha ido más allá y las IA estarán contentas al verse plasmadas, de algún modo, en lienzos del mundo real, donde cada pincelada recoge y encapsula la energía del artista y de los bits que, guiados por la intención del artista, contribuyeron a darle forma a aquello que ahora, de seguro, deleitará al observador.  

cibermundo, se funden dando lugar a una creación con la fuerza que caracteriza a este artista, cuyas obras nunca dejan indiferente al que las contempla. Pero esta vez … ha ido más allá y seguro que las IA estarán contentas de haber podido salir a la luz quedando plasmadas, de algún modo, en un lienzo del mundo real, donde cada pincelada recoge y encapsula la energía del artista y de los bits que, guiados por la intención del artista, contribuyeron a darle forma a aquello que ahora deleita al observador.

Isabel de los Riscos

Comisaria

El acto de presentación tuvo lugar en el MAD, con la presencia y participación del vicepresidente de Desarrollo Económico y Social de la Diputación, Juan Rosas, junto al concejal de Cultura de Antequera, José Medina Galeote; el pintor Fernando Núñez; la comisaria de la exposición, Isabel de los Riscos, y Francisco Cabrera, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y autor del texto principal del catálogo.

Esta exposición aborda la pregunta de si las IA son una amenaza para el mundo del arte y para los artistas de cualquier disciplina. Para enfrentarse a esta cuestión, Fernando Núñez, que ya en 1990 publicó su tesis doctoral en la UNED ‘Sistemas expertos aplicados al derecho Procesal o, dicho de otro modo, un avance de las futuras IA, aplicada a la toma de decisiones judiciales’, vuelve a cambiar la toga por el pincel para enlazar su pasado pictórico con otras fuentes de inspiración y con estas nuevas herramientas tecnológicas para explorar renovadas vertientes de su creatividad, interactuando con las IA generativas para obtener fruto de ellas.

De esta manera, el artista ha creado imágenes reales que desde lo físico le han hecho transitar a bits inmateriales, trocándolas en irreales para, finalmente, concluirlas como físicas y tangibles, llenas de luz, color, alma, con ojos inquietantes de miradas.

Y es que, si hay algún elemento que pudiera citarse como una constante en la obra de Fernando Núñez, con su técnica realista y detallada, su uso del color y de la iluminación, y su sensibilidad hacia los aspectos emocionales de sus personajes, es la representación de miradas intensas y expresivas para transmitir una amplia variedad de emociones, desde la tristeza y la soledad hasta la pasión y el deseo. Los ojos de los personajes, en la mayoría de las obras del artista, son el punto focal de la composición, y lo mismo ocurre en las obras que conforman esta muestra.

Además, los sorollescos naranjas del sol poniente y los azules de un mar en verano también tienen cabida en una nueva interpretación. Destacan asimismo sus rostros femeninos y los fondos espatulados, signo de identidad del artista. También se puede ver un guiño a Velázquez con meninas calidoscópicas, actuales, diferentes, que traen al presente los clásicos, fundiéndose en variaciones que solo la IA y el artista, en íntima comunión, han creado.

“Hay que ver la obra para comprender ese viaje de ida y vuelta de la imagen, esa descomposición-composición para alcanzar un resultado final sorprendente”, ha explicado el vicepresidente.

Por su parte, la comisaria de la exposición ha resaltado que “la IA ofrece tanto a quien sabe entenderla, que el arte podría no tener fin. Igual que de un duro mármol puede nacer la mejor de las estatuas, en manos de quien sabe verla, la IA puede ofrecer inspiración a quien sabe lo que busca”, ha asegurado, concluyendo que la IA “necesita del hombre, de su interactuación, para entre ambos lograr fundir y plasmar lo mejor de cada mundo”.

Enlace al catálogo: https://www.malaga.es/base/descargas/411524/acc-1/ver-adjunto